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Castañuelas por Asturias...

Del 18 al 20 de septiembre de dos mil quince.

VIERNES

Son las cinco de la tarde y el motor de nuestro bus comienza a vibrar. Ya están todos subidos al vehículo por lo que llega a mis oídos, poniendo rumbo hacia Salamanca donde se completará el pack Rondeña que pasará nada más y nada menos que dos días por Asturias. Una vez hemos salido del estadio Helmántico, nos dirigimos directos a nuestra meta: Arriondas, un pueblo nada de pequeño donde nos alojaremos por esta noche y recargaremos fuezas para mañana. Una vez cedidas las llaves del hotel La guindal y distribuidos por habitaciones, los más graciosos comienzan a hacer llamadas por el teléfono interno del alojamiento mientras el resto de personas comienzan a comparar sus habitaciones y a colocar las pertenencias. Sin embargo, somos pocos los que, siendo aproximadamente las doce y media de la noche decidimos salir a caminar por las deshabitadas calles de este maravilloso y tenebrante pueblo con intenciones de tomar algo.

Tamara, en una de las casas típicotenebrantes de la zona


El ambiente es pobre, la noche es fría y el cansancio es máximo. Por eso decidimos pronto volver a nuestro alojamiento y esperar al sábado que nos espera.

SÁBADO

Suenan los despertadores. Son más o menos la ocho de la mañana y el desayuno está servido. Unos deciden ducharse antes de almorzar mientras que otros lo hacen a la inversa. Para aquellos que se levantan con la luz de la ventana o los que simplemente abren la persiana al amanecer, se asustan o asombran al ver como todo lo que nos rodea está cerrado por la niebla. ¿Se cancelará nuestra ruta por las frías aguas del Sella? ¿Hemos venido para nada? La respuesta es fácil: y una mierda; solo es cuestión de horas que esta desaparezca y podremos disfrutar de nuestra aventura.


Poco a poco, aquellos que ya están preparados para lo que se nos viene a continuación esperan en las puertas del hotel al resto de poco madrugadores o comilones que ya deberían estar en la puerta. Una vez juntado todo el grupo, decidimos echarnos la típica foto que en ninguna excursión puede faltar.

Sonreid...

A las puertas del hotel

Foto imprevista


Aunque no todos descenderemos por las aguas del río más transitado de Asturias, aquellos que nos acompañan en la excursión y han venido por motivos ajenos al dencenso, deciden ir a ver como bajamos en canoa. No os preocupeis, volveremos todos sanos y salvos. O al menos eso creíamos.

Selfie 1

Selfie 2

Selfie 3

Una vez recorrido el kilómetro que separaba el hotel de nuestro centro multiaventuras Los cauces, un monitor nos enseña a remar mientras nosotros hacemos que estamos aprendiendo algo productivo que nos servirá en el futuro próximo. Pero la realidad era otra. Todos atendíamos, todos intentabamos remar a contraviento mientras asentábamos con la cabeza pero a la hora de la verdad nadie tenía ni idea de lo que había que hacer realmente. El que no se pegaba con el de atrás le gritaba al de delante y el que en lugar de ir a la izquierda iba a la derecha se chocaba o hacía amagos de volcar con cualquier piedra en el camino. Y es que cuando el río suena, agua lleva. Nadie tenía intenciones de volcar ni mucho menos pero sucedió, hubo un pequeño accidente, unas gafas perdidas y unos remos a punto de hundirse en las gélidas aguas del Sella. Afortunadamente todo quedó en un minúsculo susto por lo que se nos contó.

Equipo A navegador

Aprendiendo, entre comillas

Panorámica Sella. Inicio.

Caras de falsa concentración.

Como resumen de nuestro trayecto, se nos dijo en un principio que las canoas eran de dos o tres personas, incluso individuales. Una vez establecidos los grupos se nos asignó una garrafa hueca, con un bocadillo en su interior, una botella de agua y un bollo de chocolate. Aquellos que desearon disponer de neopreno o zapatillas pudieron adquirlas también en la estación donde se nos puso los chalecos. Después de enseñarnos cómo emplear los remos y hacia donde remar, se nos dirigió hacia las barcas y... ¡A remar! La meta se encontraba a cuatro puentes. El primero y el segundo se presentaron pronto, alivio para todos que acabamos cagándonos en todo cuando el tercero no aparecía por ninguna perte. Todos tuvimos choques, pocos volcamos pero la poca cantidad de agua que el río llevaba nos hizo relentizarnos al quedarse las canoas atoradas entre los cantos rodados del Sella. Por nuestro recorrido, unos siete u ocho puestos de comida y bebida se iban presentando. En lo respectivo a lo ajeno a nuestro grupo, gente disfrazada o incluso un hombre que pesaría más de dos cientos kg avanzaban con ilusión al igual que nosotros. La gente cantaba y reía, muchos llevaban a su perro de excursión, algunos se tiraban de los puentes que debíamos pasar y otros portaban a sus pequeños niños y niñas para pasar al completo un buen día. Cuando llegamos a la meta, ingerimos con inmensas ganas el bocadillo de chorizo que nos habían dado. Finalmente, un autobús nos llevó al lugar donde comenzamos la aventura para volver al hotel.

Sole remando

Postureo canoa

Los pìratas

Adela y Javi

Azuselfie

Paradita de descanso

Pili, Azucena y Candela presumiendo de nuestro pedazo de grupo de baile.

Sella

Alrededores del río Sella

Y es que en media hora nos hemos duchado para volver al autobús y reunirnos con aquellos que entre regañadientes nos esperaban. Hemos tardadado demasiado, sí, pero nadie se arrepiente así que nuestras disculpas más profundas para aquellos que lleváis esperando toda la mañana por nosotros.


Ponemos así rumbo a no sabemos dónde, por lo que debatimos en el autobús a dónde ir o dejar de ir porque el tiempo está jugando en nuestra contra. Y finalmente decidimos visitar dos lugares: la playa de interior de Gulpiyuri y la playa que bordea el concejo de Llanes.


Más o menos a las cinco de la tarde nuestro autobús descarga su mercancia rondeñense en un acantilado. A nuestros pies tenemos la famosa playa interna de Gulpiyuri, un fantástico lugar donde las olas chocan contra las rocas pulidas por las mareas. Los más atrevidos decidimos bajar y tomar unas fotos sobre las piedras picudas del relieve. Posteriormente, subimos por el verde monte de Asturias hasta el límite sólido-líquido donde el mar y el cielo se fusionan en el horizonte. Es maravilloso, la naturaleza puede llegar a hacer cosas sumamente increibles.

De camino a Gulpiyuri

Playa de Gulpiyuri

Grupito en Gulpiyuri

Playa interna

Postureo Gulpiyuri

Postureo Soleyuri

Jorge y Candela en la playa interna

El mar cantábrico

Acantilado

Al pie del acantilado

Sole de postureo en el mar cantábrico

Terminada esta bonita experiencia, visitamos el pueblo de Llanes para ver un poco de playa.Tras partirnos el culo literalmente debido a que sentados sobre un palo en frente de una heladería este restalló y se rompió acabando alguno de nuestros componentes besando el culo, subimos al pueblo a comprar souvenirs u otros goloseos. Del pueblo de Llanes nos llevamos una imagen de sus calles transitadas debido a que estaban en plenas fiestas, un bonito colorido de sus casas y un pequeño río atravesando el lugar a lo canal de Venecia.

Playa en Llanes

Playa en Llanes

Patricia postureando

Patri, Raqui e Iñaqui

Pili en la playa

Casa del terror, en Llanes

Llanes

Atardece por Asturias y nos montamos de nuevo en nuestro bus. Es hora de cenar y reponer fuerzas para mañana. ¿O quizá para esta noche? Después de cenar, muchos de nosotros nos reunimos en las puertas del hotel para salir a dar una vuelta. Hay falsos rumores de una orquesta en la plaza de Arriondas. Desmoronadas nuestras ilusiones de una noche loca, entramos en el primer bar que pillamos cerca después de hacer un poco el gamberro por el pueblo. Pero el cansancio nos impide mantener los ojos abiertos, así que volvemos pronto al hotel y... que mañana sea un nuevo día.

De juerga por Arriondas

Sole, con Dionisio de la Huerta.

Dionisio de la Huerta fue el fundador del Descenso Internacional del Río Sella, la popular y multitudinaria Fiesta de las Piraguas, que cada agosto se celebra entre Arriondas y Ribadesella (Asturias)

Pili sobre el cañón

El Cañón de Arriondas fue donado a la Villa de Arriondas por la Federación Española de Piragüismo, en Agosto de 1968. Fue usado para dar la salida de las piraguas desde 1968 á 1971.En 1972, siendo alcalde de Parres D. Jesús González Llenín, se derribó el kiosko que había en la Plaza Venancio Pando para colocar allí el Cañón de les Piragües.

DOMINGO

La historia se repite. Y lo mismo que hicimos el día anterior volvemos a repetirlo hoy, domingo Pero con una notable diferencia: unas notorias agujetas de piernas y brazos.


Metidas las maletas en el bus, nos dirigimos hasta Covadonga. Ya hay algunos integrantes temblando por las pequeñas alturas que nos toca recorrer, pero una vez llegado a nuestro destino nos damos cuenta que no ha sido para tanto. Destacar que las verdes praderas no dejan a ninguno de nosotros indiferentes. Somos de pueblo, somos de campo y envidiamos un paisaje tan rico en este color


Llegados a este bonito rincón nos toca hacer una visita express al lugar debido a que en media hora unos autobuses super baratos nos llevarán a ver los lagos de Covadonga. Pero empecemos por el principio que solo pensar en lo que nos escoció soltar el dinero se me va el santo al cielo.


Corremos por la cueva en cuyo fondo se encuentra la virgen de Covadonga a la que no llegamos a ver por el aforo completo del lugar. Pero algo más bonito se nos presenta en la retina: un lago en cuyo fondo hay una fuente de deseos. Aunque debería caer una catarata como en las fotos de internet habíamos visto, esta no está y suponemos que no es una buena época fluvial. Tras beber agua de la fuente y tirar una moneda, visitamos otros lugares como los dos leones localizados a la entrada de Covadonga, su basílica o la mismisima estatua de Don Pelayo. Es realmente bonito.

Capilla-Sagrario con la imagen de la Virgen de Covadonga y la tumba de Don Pelayo.

Según la tradición, en este lugar se habrían refugiado don Pelayo y sus hombres durante la Batalla de Covadonga.

Javi bebiendo agua de la fuente

Sole y Javi subiendo a la Basílica.

Cerca de la Santa Cueva y el conjunto monacal se alza la Basílica de Santa María la Real de Covadonga. Ideada por Roberto Frassinelli y levantada entre 1877 y 1901 por el arquitecto Federico Aparici y Soriano, de estilo neorrománico construida íntegramente en piedra caliza rosa.

Basílica

León de Covadonga

Don Pelayo. Foto echada por un hombre al que las tecnologías no se le deben de dar muy bien.

La batalla de Covadonga tuvo lugar el 28 de mayo del 722 en Covadonga (España), un lugar próximo a Cangas de Onís (Asturias), entre el ejército cristiano de don Pelayo y tropas musulmana. Las tropas de don Pelayo, un pequeño grupo de unos 300 guerreros astures, vascos y gallegos, derrotaron a un ejército regular musulmán capitaneado por Alqama.

Y ahora viene el peor y el mejor momento de la excursión: tras escocerse el bolsillo por pagar 12 euros para montar en un minibus bastante lamentable donde los conductores pecaban de ser super majos, subimos hasta los lagos Enol y Ercina. Creo que a ninguno de los que ascendimos se nos borrará jamás la imagen del color grisaceo de las rocas mezclado con el verde pradera y azul marino del agua. Las fotos tomadas tras subir los 120 escalones que separan ambos lagos son maravillosas. Aquí os dejo alguna de las que tomamos porque son espectaculares.

Ergina

Nuestro grupito

Enol

Enol

David impresionado

Javi anonadado con los lagos

Sole creyéndose que vuela

El conjunto de los lagos de Covadonga (llamados Llagos de Cuadonga o Llagos d'Enol en asturiano) está formado por dos pequeños lagos, el Enol y el Ercina de origen glacial situados en la parte asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa, en el macizo occidental de dicha cadena montañosa. Existe un tercer lago, el Bricial, que sólo tiene agua durante el deshielo, pero también pertenece al conjunto.

Nuestra última parada fue Cangas de Onis, Aquí paramos a comer y a visitar parte de sus infraestructuras, de las cuales nos llamó la atención su puente romano. Finalizada nuestra ingesta, volvimos al autobús y nos despedimos de nuestra querida Asturias que tan buenos recuerdos nos dejará.

Tamara y Eduardo

Puente romano

El puente. Aunque es conocido como el puente romano, su construcción fue durante el reinado de Alfonso XI con su famoso arco peraltado y otros dos arcos menores que son desiguales, este puente bien pudiera ser una reconstrucción de otro anterior, ya que esta zona sufrió una gran romanización. Esta construcción es conocida como el puentón.​

Finalmente, el camino de vuelta, como siempre, se nos hizo pesado. Y es que más para unos que para otros. La comida del norte pasó factura entre algunos de nuestros componentes, lo que nos llevó a parar varias veces en el camino levantándose incluso algunas disputas entre nosotros. Descargada la primera mercancía humana en Salamanca, el resto de componentes esperaría dos horas más hasta llegar a Villamiel y finalizar nuestra ruta.

Nice to meet you, Asturias!

Virgen de Covadonga: la santina.

Según la tradición, la Virgen ayudó a los cristianos capitaneados por Don Pelayo, provocando un desprendimiento de rocas en la conocida como batalla de Covadonga, que diezmó el ejército árabe. Esta victoria es legendariamente considerada como el inicio de la Reconquista y la reinstauración de los reyes cristianos en la Península.


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