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Son las ocho y media de la tarde, y el gallinero empieza a alborotarse. Los coches comienzan a llegar al cruce de la calle Soledad con la avenida del pueblo y calle Plaza de toros. Son muchos los que pregundan ¿dónde está la plaza de toros? sin molestarse en leer el letrero junto a la fuente La sorda. Los residentes del pueblo caminan a pie hasta el recinto. Los aparcamientos junto al lugar donde van a suceder los hechos se han agotado, por eso se crean enormes filas de autos a los largo de la avenida Plaza de toros. Parte de la avenida y calle Pio XII también han sido invadidas, incluso la misma Soledad. Las entradas en los bares del pueblo han sido agotadas, por lo que gran parte de los asistentes decidimos pagarla en taquilla.
Una vez dentro, es asombroso ver la plaza tan saturada. Se hace difícil aparcar el trasero en alguno de los escalones de los que se compone el recinto, así que somos muchos los que cambiamos de puerta de entrada. Y esquivando a personas de todas las edades, acabamos sentándonos en uno de los puntos más alejados al lugar por donde accedimos al perímetro.
Al mirar al frente podemos observar como la plaza arenácea circunferencial ha sido dividida en una pista rectangular con lineas de polvo blanco. La demora se prolonga por unos veinticinco minutos aproximadamente hasta que por fin las personas de mantenimiento comienzan a poner los tablones en el suelo.
¡Y comienza el espectáculo! Los grupos de sevillanas Agüita clara, Espejo de Triana y Amor flamenco de Perales, Moraleja y Villamiel entran en la plaza frente al aplauso de los espectadores. Posterior a ellas, Juan José Correa y Alfredo Pérez entran en escena a lomos de sus caballos seguidos de una ovación aún mayor para retirarse todos momentos después y comenzar realmente la exhibición.
La noche comienza con dos actuaciones por parte de las componentes del grupo Espejo de Triana de Moraleja, intercaladas con una intervención de doma de caballo por parte de Juan José Correa. Las sevillanas bailan un total de 6 canciones, algunas de las cuales se acompañan de abanicos y taconeo, con cambio de vestimenta entre las dos mitades. Por su parte, el cinco veces campeón de Extremadura en doma vaquera, Juan José, interviene en una breve pero fascinante gala a caballo montado en la que se puede observar detrás de los exquisitos movimientos del jinete, duros años de entrenamiento atrás.
Consecutivamente a esta primera parte, el jinete Alfredo Pérez se presenta ante el público a pie de su caballo albino, poniendo a prueba al animal a realizar una serie de movimientos, tales como levantarse con las dos patas raseras en el suelo o tumbarse en la cálida arena del terreno. Más tarde, el grupo de sevillanas Agüita clara se hace presente bailando innovadoras sevillanas con batutas y abanicos. Incluso una de ellas se atreve a bailar ajena al escenario con un magnífico pañuelo.
El espectáculo se prolonga. Los jinetes vuelven a salir, mostrando sus dotes profesionales al igual que las sevillanas del grupo Agüita clara, y por primera vez intervienen las sevillanas de Villamiel: Amor flamenco. Llama la atención el baile a caballo de Alfredo Pérez con garrocha contando con la ayuda de dos bailarinas, una pequeña de cinco años y una componente más mayor, siendo este aplaudido con mayor esmero por parte de los presentes; acabando finalmente el espectáculo con alguna interveción más por parte de las sevillanas.
Durante el espectáculo, gran parte de los aplausos se los llevaron tanto el narrador como los encargados de mantenimiento, los cuales tuvieron que cambiar y descambiar varias veces el escenario donde se realizaban los bailes.
OPINIONES PERSONALES
Veronica Rodrigo (Villamiel):
"Estuvo muy bien, a mi me gusto mucho a pesar de que se alargara un pelín."
Soledad Ladero (Villamiel):
"Me parecio muy bien el acto realizado ya que tenía un buen fin; y cada uno de los participantes hizo un buen trabajo."
Lara Flores (Eljas):
"A mí me gustó mucho, que te voy a decir (risas), aunque se hizo un poco pesado por la cantidad de sevillanas que se bailaron. El final estuvo un poco desorganizado pero el resultado total fue fascinante. Yo volvería sin duda."
Enrique ladero (Villamiel):
"Me gustó, mas los caballos que las sevillanas (risas)."
Sergio García Cachaza (Villamiel):
"No me gusto nada, ni los caballos ni las sevillanas. Simplemente asistí por el destino que tenía el dinero."
Estela Estévez (Valverde):
"No soy aficionada a ninguna de las dos cosas, pero me gustó tanto las sevillanas como los caballos. La organización siempre es mejorable y el precio podría haber sido menor. Pero me fascina que estos espectáculos se realicen en Sierra de Gata, ya que no creo que se lleven a cabo muy a menudo."
Azucena García Matas (Villamiel):
"El espectáculo bien, pero la organización se ha gastado mucho teniendo en cuenta que se hacía de forma solidaria."
Leticia Boada (Eljas):
"Grande y maravilloso espectáculo flamenco y ecuestre, para demostrar que la Sierra de Gata ahora está mas viva que nunca. Gracias a la colaboración de grandes jinetes, grupos de sevillanas y sobre todo un público que dio todo y más para que todo fuera espectacular."
Pablo y Manolo (Cáceres):
"No nos gustó, demasiadas sevillanas y pocos bailes a caballo."
David García (Villamiel):
"Creo que cada uno tiene sus gustos, y este no es especialmente el mío. Asistí por la ayuda que supone el dinero. Por otra parte, me encanta que se realicen actividades así en mi pueblo y que la gente sea tan participativa. Enhorabuena."
